Garnachas, orgullo de Soledad

*Un grupo de mujeres forman parte de la estampa cotidiana de la antigua estación del ferrocarril, donde siguen las tradiciones familiares de preparación de la típica garnacha

Miguel Ángel Contreras Mauss

Soledad de Dobaldo, Ver. – El sonido del silbato del tren carguero hace retumbar a la antigua estación ferrocarril, la misma que hace más de 50 años sirvió para el transporte de pasajeros y hoy es ocupado por mujeres.

Aquel potente sonido, un eco del pasado, aún se escucha en la comunidad, la pesada máquina sigue su camino, dejando atrás la estela de olor a garnacha, un platillo hecho a base de una tortilla de maíz gruesa, con salsa de gran popularidad en el municipio, paso obligado hacia el puerto de Veracruz.

Entre gritos para atender a los visitantes, las 15 mujeres que todos los días están desde temprana hora hasta el anochecer, tratan de dar a probar a todo aquel que se acerca, porque consideran que Soledad de Doblado debe ser reconocido por sus garnachas.

Una de ellas, es Lucía Avendaño Lagunes, con más de 30 años vendiendo las garnachas; es la tercera generación de su familia que se dedica a la cocina.

Prepararlas parece sencillo, sin embargo –afirma- es todo un ritual que comienza con la selección del jitomate, cebolla y el ajo, para luego cuidar las cantidades correctas de chile seco y guajillo, así como las infaltables especias.

“Primero vamos al molino a que nos muelan el maíz, porque éstas son tortillas cien por ciento de maíz, entre el calor de la leña emanado de fogón se dan paso para ir echando una por una las tortillas, que después pasarán en aceite bañadas en esa salsa especial”, describe.

La variedad está en gustos, pues está la tradicional sólo de salsa hasta la de carnes.

Memoriza y sonríe. Recuerda cuando su madre y abuela acudían a la estación a vender y el ferrocarril paraba, bajando y subiendo gente; añora esas travesías que cada que pasa el tren.

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